Con una gran expectativa los trabajadores por cuenta propia se preparan para el reinicio de actividades, el liderazgo estratégico es clave para afrontar efectivamente lo que viene.
Las esperanzas de restituir la “normalidad», se ha convertido en un vector de motivaciones para revisar nuestras estrategias y analizar los elementos que marcan la frontera entre lo que éramos y lo que somos en la actualidad como sociedad, como unidades productivas y como mercado.
Cualquier análisis que se haga tiene que aceptar que hemos cambiado como personas, pero más allá de eso, encontramos que nuestro entorno también cambió.
El reto es desarrollar la capacidad de adaptarnos a las nuevas tecnologías y nichos de mercado que sobrevivieron y llegaron para quedarse.
Acciones para el cambio
Con éste propósito debemos alistarnos para afrontar las exigencias de un mercado que exige respuestas rápidas, ingeniosas y de calidad, en el marco de un mercado global de alta incertidumbre y competitividad.
- primero, adquirir tecnología de punta y convertirnos en operadores exitosos de la misma.
- y segundo, aprender a movernos desde la perspectiva de la innovación, con rapidez y audacia.
Para innovar se hace necesario reinventarnos como profesionales, construir una nueva visión de nosotros mismos, para eso debemos realizar un análisis exhaustivo de lo que hemos venido haciendo y de lo que podemos hacer, que nos permita ofertar un valor agregado a nuestro servicio.
Una vez que hemos encontrado nuestra oferta de valor, debemos LOGRAR QUE TODO NUESTRO EQUIPO DE TRABAJO actúe como uno solo, que alcance la unidad de espíritu, en pro de lograr su más alto nivel de desempeño para garantizar la calidad, la pertinencia y la oportunidad del servicio ofrecido.
Este trabajo requiere de un nuevo estilo de liderazgo y por ende también de un líder diferente al del pasado. para lograr y mantener la competitividad estratégica se necesita un liderazgo estratégico.
El Rol del Liderazgo Estratégico
Hacia lo interno, los nuevos retos requieren de un líder más centrado en la coordinación , que reconozca que su equipo de trabajo están formados por una comunidad de individuos.
Esa comunidad alcanza sus interacciones en procesos de negociación, cooperación y conflicto entre el punto de vista del líder y el de cada individuo que comparte el propósito común.
En este proceso de negociación el líder trata de dar sentido de su misión y visión del futuro a los otros, mientras mantiene las competencias centrales de la organización, incidiendo favorablemente en el desarrollo del capital humano, en lo organizacional y social, enfatiza las prácticas éticas y establece controles balanceados partiendo de las motivaciones e intereses de sus administrados
En este equipo el poder del líder debe ser otorgado por mérito.
Las funciones del liderazgo deben ser compartidas, por lo que es fundamental lograr el compromiso del grupo y propiciar la posibilidad de que los trabajadores recreen y desarrollen sus propias fuentes de autoridad.
En este modelo la formulación de la estrategia se desarrolla en un proceso socio-político abierto de influencias, en el que se negocian las estrategias para que sean favorables a los intereses particulares y a los comunes, más allá de lo puramente económico.
El liderazgo debe permitir a los subordinados la participación en la toma de decisiones, para enfrentar el cambio y aceptar responsabilidades conjuntas.
Hacia el mercado, el líder estratégico debe construir un diagnóstico de las percepciones culturales que existen en su mercado.
Es importante que el líder entienda las percepciones, creencias y prejuicios que la comunidad posee como referencia para la construcción de la oferta de valor.
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