Las piscinas comunitarias son todo un tema para las comunidades de propietarios cuando llega el verano. Porque todos quieren sumergirse para combatir el calor y aprovechar la temporada.
Sin embargo, hay algunas normas que deben acatarse y esto lo debe tener muy claro el Administrador de fincas que esté a cargo. Pues deberá poner al corriente de esta normativa a todos los miembros de las residencias que tengan acceso a la piscina.
¿Hay normas para utilizar las piscinas comunitarias?
Existen algunos requisitos mínimos que deben tener las piscinas comunitarias. Relacionados con las condiciones estructurales de los espacios para garantizar el bienestar de todos los vecinos y ciudadanos.
Por ejemplo, alrededor de la piscina debe usarse un material antiresbalante para evitar accidentes y este perímetro como mínimo tiene que tener 2 metros.
La altura interna es de máximo 3 metros en las piscinas generales y 0,60 en las piscinas infantiles, esto es un requisito obligatorio en el diseño residencial. También, todas las piscinas requieren de al menos dos duchas y debe haber normativa de mantenimiento.
Además de eso, las comunidades autónomas deben proponer una serie de normas mínimas para la administración y el uso de las instalaciones. Que deben ir orientadas al mantenimiento del espacio, la seguridad y la higiene de todos los usuarios.
Entran en este renglón las normas internas para el uso de las instalaciones, el aforo máximo, los horarios, el uso de las duchas, el calzado y vestuario recomendado, los protocolos de limpieza, calidad de agua, la contratación del personal y demás temas asociados.
El presidente de la junta o el administrador de fincas en Málaga, será el encargado de compartir y hacer respetar estas reglas junto con los demás miembros de la comunidad.
¿Se requiere personal especializado en las piscinas comunitarias?
No existe una ley que obligue a las comunidades a contratar personal especializado. Ni para el mantenimiento ni para el puesto de socorrista.
Sin embargo, contar con personal especializado nos va a garantizar que todo se haga como debe ser para el bienestar de todos. Por ejemplo, la higiene del agua dependerá en gran medida del uso de productos y herramientas adecuadas, de lo contrario la piscina comunitaria será una fuente enorme de hongos y bacterias.
Un especialista en piscinas sabrá limpiar y cambiar los filtros y la iluminación sin provocar daños mayores o deterioro innecesario. Dándole a las instalaciones un tiempo extra de vida útil y en consecuencia la inversión de los asociados a largo plazo será menor.
Cada comunidad autónoma tiene y construye su propia normativa al respecto. Aunque es sumamente recomendable contar con un socorrista por lo menos en las temporadas vacacionales. En ese caso hay que tomar en cuenta las dimensiones del espacio acuático porque si la piscina tiene un tamaño entre 200 m² a 500 m² por legislación se hace necesario al menos un socorrista.
¿Cómo lidiar con los accidentes?
Evidentemente las normas se han hecho para cumplirse sin embargo, los imprevistos siempre pueden aparecer por algún lado. Pero hay una diferencia entre un daño causado por falta de seguridad de la piscina comunitaria y un daño causado por negligencia del usuario.
En el primer caso, la comunidad de propietarios deberá asumir la responsabilidad civil del accidente. Mientras que en el segundo caso, los costos tendrán que ser asumidos por la persona que sufrió el accidente.
En todo caso, aunque es recomendable tener un seguro de responsabilidad civil, no existe ninguna obligación de adquirirlo para la comunidad de propietarios. Ni siquiera por parte de la Ley de Propiedad Horizontal en piscinas comunitarias.
En caso de cualquier duda al respecto o cambio de administrador, recuerda que en Equale.es expertos en la administración de fincas en Málaga. Estamos listos para asesorarte.
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