Hace algunos días el presidente de gobierno, Pedro Sánchez, ha explicado la hoja de ruta para lo que se convertirá en la vuelta a la normalidad, o a la nueva normalidad. Esto se trata de un plan escalonado, dividido en distintas fases. Comenzará con una fase preparatoria o fase 0 a partir del lunes 4 de mayo, permitiendo que algunos negocios puedan volver lentamente a reestablecer su actividad comercial, comenzando a establecer los protocolos necesarios para poder avanzar en las siguientes fases. Dichas fases irán, poco a poco, permitiendo que los negocios se abran de una forma más amplia, con criterios distintos según la ubicación, el tamaño y la afluencia de clientes, como también el tipo de rubro.
Pero la pregunta más importante de todo este plan de ruta no es de qué manera se hará, en cambio deberíamos preguntarnos si vale la pena que abran las empresas. Como también qué criterios deberían manejar para poder abrir. Analicemos un poco la situación.
Mismo rubro, diferente empresa
Aunque a partir de esta fase Cero o fase preparatoria ya podrán abrir muchos negocios, deberán manejar un criterio diferente al que podrían tener en situaciones normales. Vale la pena mencionar el ejemplo de la restauración, que podrán abrir sus puertas pero solo para vender comida para llevar. Es aquí donde comenzamos a notar a notar las diferencias entre los distintos tipos de negocios dentro del mismo rubor. Porque para algunos dentro de la restauración se les hará rentable volver a abrir solo para vender comida a domicilio, pues ya habían incursionado en esa modalidad antes de la cuarentena. Pero, para otros, cuya modalidad requiere más de la presencia del cliente en el local, no será del todo rentable volver a abrir.
En la fase uno, por otra parte, comenzará a abrir de nuevo al público ciertos locales. Volviendo a hacer hincapié en el sector de la restauración, se podrán abrir las terrazas pero al 30% de su capacidad. Muchos han pensado que probablemente la fase 1 es el momento idóneo para abrir porque ya se permite el acceso al público. Pero son muchas las cosas que ay que considerar, puesto que no todos los locales tienen grandes terrazas para que les sea rentable abrir a solo el 30% de su capacidad. También, si la plantilla de los trabajadores se encuentran en ERTE, al menos algunos deberán volver a ser empleados por la empresa en caso de que se quiera abrir pero no es seguro que las ganancias durante este momento sean suficientes para que sea lo más conveniente sacar a los trabajadores del ERTE, incluso aunque sean unos pocos.
Otros rubros, más cuestiones a tener en cuenta
A partir de la fase 1 también podrán abrir los hoteles. Y se permitirá hacer turismo de forma limitada. Para abrir los hoteles o alojamientos vacacionales, se necesita un mínimo de personal operando, pero si nadie visita estos hoteles, ¿Aun será rentable abrirlos en la fase 1 o será mejor esperar a la fase 2 o directamente a la fase 3, donde ya habrá más libertad?
Son muchas las cuestiones que deberán tener en cuenta las empresas para pensar en volver a abrir. LA situación de cada una será distinta y los mismos rubros se pueden encontrar con problemas tan dispares que se hace difícil pensar en una verdadera vuelta a la normalidad.
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